Kristen Bell y Dax Shepherd pueden haber encontrado la clave para poder relajarse de verdad durante unas vacaciones en familia. Todo lo que tuvieron que hacer fue dejar a sus hijos sueltos en un parque temático en Dinamarca, y si eso suena un poco aterrador, espera a escuchar a Bell explicar la situación.
«¿No te parece que irte de vacaciones como padre no son vacaciones? Simplemente estás viendo a tus hijos en una ciudad diferente», dijo Bell durante una reciente aparición en el programa Jimmy Kimmel Live. «No tienen ninguna de sus comodidades, te hacen mil preguntas más de lo normal. Dios mío».
Sí, este es uno de los mayores problemas de las vacaciones familiares. Con demasiada frecuencia, no son vacaciones para los padres o, al menos, para el progenitor que suele llevar la mayor parte de la carga mental en el hogar.
Pero Bell y Shepherd descubrieron cómo solucionarlo cuando se llevaron a sus dos hijas, Lincoln, de 11 años, y Delta, de 9, de vacaciones por Europa a Dinamarca, Islandia y Noruega.
«El truco es que, cuando fuimos a Copenhague, nos alojamos en un hotel que estaba justo al lado de los Jardines de Tivoli, un parque temático de dos hectáreas que, al parecer, es de donde Walt Disney sacó la idea de Disneyland», explicó Bell a Kimmel. De todos modos, el hotel se abre al parque temático y nos dijimos: «¿Vamos a ser padres libres y a lanzar el dado aquí?».
Bell añadió que a sus hijas les encantaba la sensación de independencia que tenían mientras la familia estaba allí.
«Se levantaban a las seis cada mañana. Escaneaban sus brazaletes para salir al exterior. No los vi en siete horas. Corriendo por Copenhague», bromea.
«¿Y eso estuvo bien?» preguntó Kimmel.
Bell respondió: «Aparentemente. Los dos están vivos. Todos regresamos a casa».
En cuanto a ella y Shepherd, dijo que la libertad era divertida para sus hijas, pero «el cielo» para ellos como padres.
Nos tomábamos un café, jugábamos a las picas y, sobre las tres, decíamos: «¿Alguien las ha visto?». «Y entonces uno de ellos se acercaba corriendo y necesitaba una tirita o lo que fuera. Era muy guay».
Puede que ese tipo de paternidad no sea para todo el mundo, pero cuando yo tenía más o menos la edad de Delta, mi familia hizo un viaje a México, donde nos alojamos en un complejo turístico en el que, cada día, toda la familia se separaba por la mañana y cada uno iba por su lado. A mis hermanos pequeños los dejaban en la guardería del complejo. Mi madre iba a la playa y mi padre al campo de golf. Hice una amiga de Canadá y ella y yo jugamos al voley playa, buceamos, bebimos daiquiris de fresa virgen y nos subimos al tobogán. ¿Mis hermanos mayores? Ni idea de lo que estaban haciendo, pero seguro que también se divirtieron.
La cuestión es que, en un entorno cerrado como ese, hay mucho que decir a favor de dar libertad a los niños y dejar que se diviertan a su aire. Todos tuvimos las vacaciones que queríamos ese año, y fueron geniales». Parece que la familia Bell-Shepherd hizo lo mismo, y mejor para ellos.