Soy toda una gallina y no me gusta que me separen de mis hijos, aunque sea solo por unos días. Una separación temporal es más fácil para los niños. Crecen y se van de vacaciones solos con el abuelo, la abuela o los amigos. Aquí hay algunas ideas sobre cómo las familias pueden lidiar mejor con esto.
¿Existe una edad ideal en la que los padres deban dejar que sus hijos se vayan solos de vacaciones? No me parece. Los niños, pero también sus padres, son todos diferentes y, tarde o temprano, algunos están preparados para esta aventura. Todos tienen su propio ritmo y algunos son más sensibles que otros. Por eso es mejor dejarse guiar por sus instintos y confiar en él. A veces, sin embargo, puede suceder que las familias no tengan otra opción y que la aventura de unas vacaciones independientes con abuelos o amigos llegue antes de lo esperado para los niños. Ya sea por trabajo, plazos que cumplir, motivos de salud o acontecimientos inesperados en la vida, los motivos son diversos. Lo más importante es no sentirse culpable por esto y prepararse bien en familia para que todos estén tranquilos. Mi hija mayor espera con ansias estos momentos especiales sin sus padres, porque cuando se queda con sus abuelos sin mamá y papá, siempre espera nuevas aventuras y experiencias emocionantes.
La preparación es el principio y el fin
¡El viaje se acerca y es hora de hacer las maletas! Los padres deben preparar el equipaje con el niño, tratando de no olvidar nada, para que el niño tenga algo con ellos por cualquier imprevisto. Por eso, además de la ropa (no olvides pijamas y pantuflas), también debes llevar medicinas y algunos juegos y libros en tu maleta. Para asegurarse de que las cosas más importantes estén empaquetadas, vale la pena escribir una lista de empaque. Y muy importante: ningún viaje se realiza sin el peluche. Este viene en la maleta para dar consuelo si es necesario y para asegurar noches (casi) tranquilas.
Las rutinas son importantes para toda la familia
Ha llegado el día de la salida y todo está listo. Los padres y el niño deben revisar la maleta por última vez antes de la salida. Con un niño mayor, incluso puedo imaginar que puede viajar solo y casi como un adulto. Por ejemplo, si se puede llegar al destino en tren y los abuelos lo recogen en la estación de tren. La aventura se vuelve aún más emocionante: los padres pueden acompañar a los niños a la plataforma para estar seguros y darles una bolsa adicional con bebidas y bocadillos para el viaje.
Mis hijos aún son demasiado pequeños para viajar solos. Por eso suelo llevarlos a su destino. No es necesario despedirse para siempre (¡de lo contrario soy yo el que casi tiene que llorar y no puedo soltarme!): Un abrazo fuerte, un beso tierno y listo. Es recomendable planificar rutinas como una llamada telefónica por la noche o videollamadas para que los niños puedan escuchar a sus padres con regularidad y contarles las novedades y experiencias. Al final, los niños regresan llenos de alegría y muchos recuerdos maravillosos y, a menudo, con el deseo de repetir todo lo antes posible.