En una palabra, tu hijo de 2 años está *floreciendo*. Puede que te resulte agridulce celebrar su segundo cumpleaños (¡ya!) cuando no hace muchas lunas que era un bebé. Pero ahora, tu pequeño, curioso y seguro de sí mismo, se está haciendo mayor. Desde añadir aún más palabras a su vocabulario hasta participar en juegos más imaginativos y, por supuesto, dar pasos para poner a prueba los límites de su independencia, es una alegría y un privilegio ser testigo de su evolución diaria. Menudo viaje. Esto es lo que debes saber sobre la salud y el crecimiento de tu hijo de 2 años este mes.
Nutrición a los 2 años
Una noticia emocionante: probablemente ya puedes contar con que tu hijo de 2 años sea capaz de comer solo, lo que significa que las comidas en familia son aún más divertidas. Tu pequeño se sentirá parte del equipo, sentado a la mesa y charlando con los mayores. ¡Qué mono! Sigue fomentando esa autosuficiencia proporcionándole su propia cuchara, tenedor pequeño, vaso para sorber y servilleta para las comidas.
Por lo general, tu hijo debería comer tres veces al día, con dos o más tentempiés entre comidas. A modo de orientación, la AAP señala que, para los niños de entre 1 y 3 años, el tamaño de la ración debe ser aproximadamente un cuarto de la de un adulto.
La AAP recomienda las siguientes cantidades de comida para los niños de 2 años:
- 1 onza de carne, o de 2 a 3 cucharadas soperas de judías
- 1 a 2 cucharadas soperas de verduras
- 1 a 2 cucharadas de fruta
- 1/4 rebanada de pan
Aunque los alimentos sólidos deben ser la principal fuente de nutrientes y calorías de tu hijo durante esta etapa, si decides continuar con la lactancia materna hasta más allá de los 2 años, tenemos algunos consejos útiles para apoyar la lactancia materna prolongada, de modo que siga siendo una experiencia positiva tanto para ti como para tu pequeño. ¿Y si eso no es lo tuyo? La leche de vaca puede ser una opción beneficiosa, ya que aporta valiosas proteínas, vitaminas y minerales.
Cómo alcanzar tus objetivos de lactancia prolongada
- Reconoce que tu hijo tiene necesidades diferentes: Alimentarlo de 1 a 3 veces al día puede ser todo lo que necesite.
- Mantén una toma por la tarde o por la noche: Las hormonas de la lactancia aumentan durante la noche.
- Comunica tus necesidades y pide ayuda: Pide ayuda para coordinar las pausas para la extracción de leche y el tiempo libre de distracciones con tu hijo pequeño.
- Ignora el estigma: los beneficios para tu salud y la de tu hijo están demostrados, y no necesitas la aprobación de nadie para seguir amamantando.
Cómo lidiar con el picoteo y las huelgas de comida
Aunque puede ser diferente para cada niño, ser quisquilloso con la comida es un reto muy común en esta etapa. El motivo principal suele ser el mismo (a menos que esté relacionado con un problema de alimentación): la necesidad de independencia. Es posible que tu hijo empiece a rechazar de plano los alimentos que antes le gustaban o que sólo coma los mismos una y otra vez, lo que puede resultar frustrante para los padres.
Pero rogarle que «pruebe un bocado» puede ser más perjudicial que beneficioso. En lugar de eso, practique quitándole presión. Estudios recientes demuestran que dejar que tu hijo juegue con la comida -sin ninguna intención de comérsela- puede ayudarle a explorar nuevos sabores y texturas de forma segura y sin ansiedad. Los niños aprenden jugando, y trasladar ese concepto a la hora de comer puede cambiar las reglas del juego para muchos niños, pero especialmente para los que tienen problemas sensoriales o ciertas aversiones a los alimentos o las texturas.
Llene el plato de su hijo con algunos alimentos que reconozca y que ya le gusten, y añada uno o dos alimentos nuevos para que los explore. Después, anímale a ensuciarse las manos: ¿Pueden apilarlo, hacerlo rodar, aplastarlo? Dejar que los niños toquen y manipulen lo que tienen en el plato sin esperar que lo prueben puede despresurizar la situación para todos los implicados. ¿Y si acaban probando algo? Una ventaja añadida.
Peso de un niño de 2 años
Para los bebés de hasta 2 años, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan utilizar las tablas de peso y talla de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las tablas de crecimiento de la OMS para bebés de 0 a 2 años se basan en lo que es estándar para un lactante alimentado predominantemente con leche materna. Según la organización, las tablas de la OMS reflejan los patrones de crecimiento de los niños que fueron amamantados predominantemente durante al menos 4 meses y que seguían siendo amamantados a los 12 meses. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda continuar con la lactancia materna durante al menos dos años, siempre que beneficie tanto a la madre como al bebé.
¿Cuánto pesa de media un niño de 2 años?
Tu hijo de 2 años está creciendo. Es probable que no tengas que cambiarle de talla de ropa cada tres meses, pero quizá quieras plantearte aumentar la talla la próxima vez que vayas de compras para que tu pequeña hierba tenga espacio para crecer.
Según la OMS y los CDC:
- Un niño de 2 años en el percentil 50 pesa 26 libras y 12 onzas (12,2 kilogramos).
- Una niña de 2 años en el percentil 50 pesa 25 libras y 5 onzas (11,5 kilogramos).
¿Qué factores contribuyen al peso de una niña de 2 años?
El peso de tu hijo pequeño puede estar relacionado con distintos factores, como cuánto come, el sexo que se le ha asignado y su nivel de actividad.
Sexo asignado al nacer: Los niños suelen pesar ligeramente más que las niñas.
Ingesta diaria de alimentos: La cantidad que tu hijo ingiere en cada comida puede influir en su peso.
Niveles de actividad: Desde escalar hasta correr, la actividad física ayuda a fortalecer los músculos y los huesos, lo que significa que el nivel de actividad de tu hijo puede influir en su peso total.
Altura a los 2 años
Algunas estimaciones sugieren que duplicando la altura actual de tu hijo de 2 años, podrás hacerte una idea de lo alto que será de adulto. Es sólo una predicción, pero divertida.
¿Cuánto mide de media un niño de 2 años?
Según la OMS y los CDC:
- Un niño de 2 años en el percentil 50 mide 34 ½ pulgadas (87,8 cm)
- Una niña de 2 años en el percentil 50 mide 86,4 cm.
¿Qué factores contribuyen a la estatura de una niña de 2 años?
La genética, la alimentación, el nivel de actividad, la cantidad de sueño y la salud general de tu hijo influyen en su estatura. Pero para tener una idea real de su futura estatura, debes saber que puede depender de la estatura de sus padres. Los niños altos suelen tener padres altos.
Tablas de crecimiento y percentiles
El pediatra de tu hijo lleva dos años registrando el peso, la talla y el perímetro cefálico de tu pequeño, lo que significa que deberías tener una buena idea de su crecimiento a lo largo del tiempo. Es esa curva general de crecimiento la que examinará el pediatra para asegurarse de que sigue una trayectoria estable.
Confía en que todos los bebés crecen a ritmos distintos y ten la seguridad de que tu hijo está sano tanto si está en el percentil 5 como en el 95, dice la AAP. Los percentiles sólo ofrecen un ejemplo de cómo puede ser el crecimiento de un bebé en comparación con el de otros bebés de su misma edad y sexo.
Una vez que obtengas los percentiles actualizados de altura y peso de tu hijo, esto es lo que significan esos números: Si el peso de tu hijo está en el percentil 45, significa que el 55% de los bebés de su misma edad y sexo pesan más y el 45% pesan menos. El pediatra seguirá haciendo un seguimiento del peso, la talla y el perímetro cefálico durante un año más, pero a partir de los 3 años sólo hará un seguimiento de la talla, el peso y el índice de masa corporal (IMC).
¿Cuándo debo preocuparme por el crecimiento de mi bebé?
Si al pediatra de tu hijo le preocupa el crecimiento de tu hijo de 2 años, seguramente te lo hará saber. Pero es fundamental reconocer que las mediciones del crecimiento son sólo un factor en el cuadro general de la salud de un niño. El pediatra también comprobará si su hijo alcanza o se acerca a los hitos de su desarrollo, cómo son sus hábitos de alimentación y sueño y cómo progresan sus habilidades sociales. Si algo te preocupa, coméntaselo al pediatra en tu próxima cita.
El sueño del bebé de 2 años
Aunque insistan en lo contrario, tu hijo de 2 años sigue necesitando una siesta durante el día y al menos 10 horas seguidas de sueño por la noche, para un total combinado de 11 a 14 horas, dice la Academia Americana de Medicina del Sueño.
Cómo es el sueño a los 2 años:
- Es posible que tu hijo duerma 1 siesta al día
- Puede que su hijo ya no se despierte por la noche
- Su hijo puede estar despierto de 4 a 5 horas seguidas
Aunque no hay una edad concreta para pasar a tu hijo a la cama infantil, la AAP afirma que el mejor momento para hacer el cambio es cuando tu hijo haya intentado o aprendido a salir de la cuna. Esto puede ocurrir entre los 18 meses y los 3 años. Aunque puede ser agridulce (para ambos) decir adiós a la cuna, puede convertirse en un problema de seguridad: una caída al salir de la cuna puede ser peligrosa.
Para facilitar la transición a una cama de niño grande, considera la posibilidad de empezar con el colchón de la cuna en el suelo, prueba con una cama de suelo Montessori o elige una cama infantil que le haga ilusión a tu pequeño. Conseguir que tu hijo se aclimate a su nueva forma de dormir puede llevar una semana. Para que tenga éxito, sigue estos consejos.
Consejos para facilitar la transición a la cama infantil
- Representar el gran cambio antes de que ocurra con peluches
- Empieza su rutina de acostarse un poco antes para dejar tiempo a más caricias.
- Llévalos de vuelta a la cama con suavidad pero con firmeza (y repetidamente) cuando inevitablemente empiecen a explorar su nueva libertad.
Cambiar el pañal a un niño de 2 años
Aunque es probable que los pañales sigan estando presentes en tu futuro durante algún tiempo, esta edad puede ser un buen momento para empezar a pensar en el aprendizaje para ir al baño si aún no lo has hecho. Hay algunas señales clave para saber si tu hijo está preparado para empezar a ir al baño.
Cómo saber si tu hijo está preparado para empezar a ir al baño
- Permanece seco durante las siestas diurnas
- Pueden decir o anunciar cuando tienen el pañal mojado o sucio
- Parecen interesados en ir al baño
- Pueden seguir instrucciones sencillas
Algunos niños pueden estar preparados ahora para empezar a trabajar en esta nueva habilidad, pero para otros será mucho más tarde -cerca de los 3 años- y eso es normal. Puedes empezar sin presionarles demasiado colocando un inodoro para niños pequeños en el cuarto de baño, empezando a hablarles de él y dejando que se acostumbren a la idea de sentarse en él.
El enfoque Montessori del aprendizaje del uso del inodoro también anima a empezar a poner al niño de pie para cambiarle los pañales y a que se baje y suba los pantalones él solo. Estos pequeños pasos facilitan la transición y fomentan la independencia.
Cuidar a un niño de 2 años
Esto es lo que debes saber sobre vacunas, baños, seguridad y cuidados para tu hijo en crecimiento.
Vacunas para niños de 2 años
Los CDC han recomendado que las vacunas contra la gripe y la Covid formen parte de la vacunación infantil rutinaria que se ofrece a los niños. Según la estación del año y la fecha de la última dosis de refuerzo, es posible que a su hijo le corresponda la siguiente. Las vacunas contra la gripe y Covid ayudan a prevenir enfermedades graves o la hospitalización de su hijo en caso de que contraiga los virus. Si tiene preguntas o dudas, hable con el pediatra de su hijo.
Baños
¿Con qué frecuencia debes bañar a tu hijo de 2 años? Un par de veces por semana es suficiente. Los niños pequeños aún tienen la piel sensible, que puede resecarse con demasiada exposición al jabón, así que procura utilizar un jabón suave u optar por un simple baño de agua tibia si no están tan sucios, y mantén el baño relativamente corto: sólo 10 minutos más o menos.
Apoyar su independencia
Gran parte de la etapa infantil se reduce a un tira y afloja por la necesidad de independencia. ¿Una clave para evitar esas batallas? Darles opciones. «¿Qué pijama quieres ponerte esta noche? «¿Quieres desayunar yogur o gofres?». Dejar que tu hijo tenga más voz y voto sobre lo que hace, viste y come puede ayudarle a identificar lo que le gusta y lo que no, sin demasiada lucha.
Seguridad: Evitar las pilas de botón
Puede ocurrir en cuestión de minutos: en un momento, tu hijo está jugando con ese nuevo y divertido juguete que funciona con pilas y, al siguiente, el compartimento de las pilas está abierto y no encuentras la pila de botón plateada por ninguna parte. Que cunda el pánico: cuando se ingieren, las pilas de botón o las pilas de litio pueden causar quemaduras químicas graves y daños en los tejidos, e incluso la muerte. Pero si se ingiere accidentalmente una pila de botón, dar a los niños miel a intervalos regulares hasta que puedan recibir atención médica de urgencia puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones.
Las pilas botón o de litio de repuesto deben guardarse fuera del alcance de los niños, pero como se encuentran en muchos objetos domésticos, los niños pueden tocarlas sin darse cuenta.
El tratamiento precoz es de suma importancia, ya que las quemaduras pueden producirse rápidamente. La AAP señala que la corrosión puede empezar a producirse tan sólo dos horas después de la ingestión. Pero un estudio descubrió que dar miel a los niños cada 10 o 15 minutos puede recubrir la pila y ayudarla a deslizarse por el esófago hasta el estómago, al tiempo que neutraliza el pH para evitar una quemadura química.
Qué hacer si su hijo ha ingerido una pila de botón
La ingestión de una pila de botón o una pila de litio de botón es siempre una urgencia médica. Lleve inmediatamente a su hijo al servicio de urgencias más cercano.
Si tienes miel en casa, dale 2 cucharaditas de miel a tu hijo si tiene más de 12 meses. Puedes darle hasta 6 dosis de miel con un intervalo de unos 10 minutos. No le dé nada más de comer ni de beber, ni siquiera agua. Si vomita, no le dé otra dosis de miel.
Y lo que es más importante, no retrase el traslado al hospital para recoger la miel, señala la AAP.
Pesadillas infantiles
Alrededor de los 2 años, tu hijo puede empezar a tener pesadillas. Es un poco inquietante pensar que tu pequeño se enfrente a esos sueños espeluznantes por sí solo, pero ten por seguro que los terrores nocturnos o las pesadillas son otra forma en que el cerebro en desarrollo de tu bebé procesa las emociones y la información, y que tu hijo acabará superándolos. A modo de anécdota, puede que tiendan a ocurrir más cuando el niño está demasiado cansado (¡otra razón para dar prioridad a la siesta!).
Por decirlo suavemente, equilibrar las emociones de un niño pequeño día tras día puede ser una montaña rusa, sobre todo si tienes el depósito vacío. Asegúrate de que tienes tiempo para recargarte, lo cual es muy importante para poder atender a tu hijo como una persona segura. Pero si últimamente tienes más dificultades de lo habitual, acude a tu médico de cabecera, que puede recomendarte un terapeuta u otro tipo de apoyo para la salud mental. Hay gente ahí fuera que quiere ayudar.